Los alimentos funcionales, aditivos alimentarios, suplementos y alimentos innovadores representan un mercado en rápida expansión en Australia y Nueva Zelanda. Ambos países están experimentando una creciente demanda de productos que mejoran la salud, son sostenibles y cuentan con etiquetas limpias. Chile, con su sólida base agrícola, programas avanzados de innovación alimentaria (como Transforma Alimentos) y una creciente inversión en ingredientes funcionales, está bien posicionado para explorar estos exigentes mercados.

El sector chileno de innovación alimentaria ofrece una amplia gama de productos como proteínas vegetales, prebióticos, bebidas enriquecidas con omega-3 y aditivos naturales, harinas de microalgas, etc., muchos de los cuales se alinean estrechamente con las preferencias de los consumidores australianos y neozelandeses. Sin embargo, ingresar con éxito a estos mercados requiere una alineación estratégica con las estrictas regulaciones locales, las tendencias de consumo que favorecen la transparencia y la sostenibilidad, y el desarrollo de asociaciones de distribución adecuadas.