La industria de la innovación en China está evolucionando rápidamente, posicionándose como un actor clave a nivel global en múltiples áreas estratégicas. Aunque aún se encuentra por detrás de algunas economías occidentales en determinadas tecnologías avanzadas, el país ha logrado avances notables en sectores como las tecnologías digitales, los vehículos eléctricos y las energías renovables. Este desarrollo ha sido impulsado por una combinación de factores clave, entre los que destacan el fuerte respaldo del gobierno, las cuantiosas inversiones en investigación y desarrollo (I+D) y un ecosistema de innovación en constante expansión, caracterizado por crecientes colaboraciones tanto nacionales como internacionales.

Los sectores más dinámicos del ecosistema innovador chino incluyen la inteligencia artificial, donde el país ha consolidado un liderazgo estratégico con aplicaciones en sectores como las finanzas, la vigilancia y la salud; la robótica y automatización, con un mercado proyectado de 9.040 millones de dólares para 2025, de los cuales 7.370 millones corresponderán a robots de servicio; la biotecnología y las energías limpias, impulsadas por un fuerte apoyo estatal y un creciente flujo de capital de riesgo; y los semiconductores, un ámbito en el que China está realizando inversiones estratégicas para reducir su dependencia de las importaciones y fortalecer su autosuficiencia tecnológica.