Antes del estallido de la pandemia de Covid-19, el ejemplo más concreto de la transición a la sanidad digital en Italia lo representaba la Ficha Clínica Electrónica, aunque con sus limitaciones, ante todo la de estar estrechamente vinculada a la Región de Italia.

La aceleración que la Pandemia ha dado a las vías de desarrollo digital en el sector sanitario es innegable, además de imparable. La pandemia ha traído consigo una aceleración en la adopción de herramientas digitales que hacen más eficientes los procesos tradicionales, como, por ejemplo, la desmaterialización de las recetas.

El Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia o PNRR, alimentado por los fondos de la UE de próxima generación, ha dado un nuevo impulso a la transición digital, dirigiendo a través de la Misión 6 (https://ec.europa.eu/info/strategy/recovery-plan-europe_en), 15.630 millones de euros para modernizar la asistencia sanitaria. Y la e-salud es un tema central: por un lado, se está promoviendo el uso de la telemedicina en el contexto de la atención sanitaria territorial y las terapias crónicas, y por otro, hay un objetivo explícito de proporcionar servicios más eficientes a los ciudadanos, centrándose en la proximidad territorial y la interoperabilidad de datos dentro del sistema nacional de salud.

Las principales tendencias tienen que ver con:

– Digitalización de fichas clínicas y prescripciones electrónicas.

– Reducción de la burocracia de procesos técnico-sanitarios.

– Aceleración producto del COVID-19.