Malasia, como signatario del Acuerdo Climático de París en 2015, se compromete a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 45 % para 2030. En un esfuerzo por mantener este compromiso, el Gobierno ha emprendido varias iniciativas para abordar el impacto del cambio climático explorando alternativas energéticas para sustituir los combustibles fósiles. Entre ellos, el hidrógeno se considera el portador de energía alternativa más prometedor del mundo en la actualidad. En la actualidad, la mayor parte del hidrógeno se utiliza para industrias pesadas, como los procesos de refinería de petróleo y la fabricación de metanol, amoníaco, hierro y acero.

De acuerdo con el Hydrogen Council, una iniciativa global liderada para acelerar la transición energética a través del hidrógeno, existen múltiples formas de

producir hidrógeno y se puede categorizar usando colores según las fuentes y los procesos mediante los cuales se produce el hidrógeno.