
Hasta hace unos años, España ocupaba la tercera posición como productor mundial de avellanas, siendo relegado en la actualidad hasta la décima posición tras la aparición de nuevos mercados productores. En 2020 importó avellanas con cáscara por US$ 2,4 millones mientras que la avellana sin cáscara fue de US$37 millones, con una variación positiva del 7% respecto a 2019. Chile tiene arancel preferencial, a diferencia de Turquía, principal proveedor a este mercado de avellanas sin cáscara, siendo esta una ventaja frente a alta sensibilidad de precio de la demanda.