El interés por lo creativo y la inigualable efervescencia del street art en Montreal surge como un sinfín de posibilidades para las empresas chilenas que aspiran a una posición de vanguardia en el escenario internacional. Este fenómeno cultural en la metrópolis de Montreal, aunque impregnado de expresiones artísticas profundamente arraigadas, se presenta como un espacio de conexión para las empresas chilenas, especialmente en el contexto de “coopetición “. Los artistas locales están altamente interesados y entusiasmados con la idea de explorar otras ciudades donde puedan presentarse y, al mismo tiempo, obtener reconocimiento. En este sentido, existe un gran interés por parte de las entidades comerciales en establecer intercambios bajo la modalidad de residencias con estancias de hasta tres meses.

La responsabilidad social y el tejido de la comunidad se entrelazan en el tapiz del street art, y las empresas chilenas pueden convertirse en los hilos que moldean un compromiso duradero. La colaboración artística y la combinación de ingenios y perspectivas entre artistas de diferentes lugares se convierten en un hito de autenticidad y la novedad, resonando en el alma de los consumidores que buscan la singularidad.