En la actualidad, con una población mundial de 7.900 millones de personas, donde más de 800 millones de ellas pasan hambre y más de 2.000 millones están desnutridas, y al mismo tiempo, la mayor parte de los sistemas agrícolas no son sostenibles, la agricultura orgánica puede ser una alternativa para abordar el
hambre, la desnutrición, la pobreza, el uso del agua, el cambio climático, así como la producción y el consumo sostenible (IFOAM, 2022).
Es necesario llevar a cabo un cambio profundo en el sistema agroalimentario mundial para poder alimentar a una población mundial que alcanzará los 8.600 millones en el año 2030 y llegará a los 9.800 millones en 2050. En este escenario, el aumento de la productividad agrícola y la producción alimentaria sostenible son cruciales paraayudar a aliviar los riesgos del hambre.
La agricultura no sostenible es la mayor causa de la pérdida de biodiversidad, y responsable de cerca del 80% de la deforestación en todo el mundo. Contribuye además al calentamiento global, a la contaminación y degradación de los suelos y el agua, amenazando los medios de vida rurales y la seguridad alimentaria y nutricional. La degradación de los suelos ha reducido la productividad del 23% de la superficie terrestre mundial.
Este estudio tiene como objetivo describir, de manera general, el estado actual de la producción orgánica en el contexto mundial, y de manera particular el estado de la agricultura orgánica tanto en la Unión Europea como en Chile, tomando en consideración el Acuerdo de Reconocimiento Mutuo en Agricultura
Orgánica firmado entre estas dos economías el año 2017, así como revisar los cambios y consecuencias que tendrá para Chile la entrada en vigor de la nueva
reglamentación de la U.E., ocurrida el 1de enero 2022.
