El mercado francés se caracteriza por tener consumidores cada vez más exigentes que necesitan orientación y que perciben el futuro como incierto. Los franceses están muy preocupados por la alimentación (presencia de residuos de pesticidas en los alimentos, frescura de los productos en los alimentos, frescura de los productos, impacto en la salud y el medio ambiente, origen de los productos). Como resultado de esto, los consumidores quieren cada vez más estar seguros de la calidad de los productos que consumen.

El consumidor necesita total transparencia sobre los ingredientes, las condiciones de cultivo, la transformación de las materias primas y la conservación de los alimentos.

Según un estudio realizado por la agencia de encuestas de consumo – Kantar, numerosos marcadores demuestran esta tendencia hacia la transparencia y la vuelta al consumo de alimentos antiguos y locales: productos sin conservantes (+17%), productos de comercio justo (+9%), productos ecológicos y naturales (+19%) y productos locales (+12%) .