Guatemala se encuentra en una posición privilegiada, con uno de los mayores mercados de consumo en el mundo cercano a su frontera: Estados Unidos. Con esto en mente, el panorama global postpandemia es uno que ha tenido como prioridad la reorganización de las cadenas de suministro, identificar nuevos proveedores y desarrollar una estrategia de comercio que se basa en el “nearshore”. Uno de los mayores retos tanto en Guatemala como en cualquier mercado emergente es el ingreso y desarrollo del mercado.

El que las empresas y productores estén en una etapa de expansión y desarrollo de producción es tanto una oportunidad para el proveedor de insumos y bienes, como un reto. Esto se debe a que, al ser un mercado emergente o en expansión, aún no cuenta con las redes comerciales o infraestructura que le permitiría a las empresas escalar su producción de forma más sencilla. Es por lo que, todo nuevo actor debe de ver el mercado como un océano azul en el cual existen muchas necesidades que aún no han sido identificadas. Entonces, para las empresas, sean locales o internacionales, que estén en la disposición de realizar el trabajo de prospección y desarrollo de nuevos clientes, el beneficio será crecer junto a su cliente y por ende sus exportaciones.