Hablar del Clúster Oceánico del Atlántico canadiense es más que hablar de cultivo de peces y moluscos; es hablar de innovación, tecnología, vanguardia y de hacer del océano una fuente económica sostenible y viable. El crecimiento del Superclúster requerirá un gran esfuerzo del mundo privado local, pero si este no logra cumplir con la demanda requerida para el crecimiento del Superclúster Oceánico, será necesario buscar socios internacionalmente. Desde esta perspectiva, se hace muy interesante la idea de generar alianzas entre el Superclúster y asociaciones chilenas que agrupen a empresas del sector, y que cuenten con una gama de productos y servicios innovadores, tecnológicos y amigables con el medioambiente.