
De todo lo que produce una economía, cualquier creación digitalizable es ideal para encontrar compradores via la venta online. Los productos digitales no se pueden sostener, probar o tocar, pero todo el mundo los consume, desde la música hasta los vídeos, los libros electrónicos y los cursos en línea, entre otros. Debido a su popularidad y facilidad de distribución, muchos empresarios construyen negocios enteros en torno a estos bienes intangibles. Sin embargo, lo que los hace especialmente atractivos es que los productos digitales pueden crearse una vez y venderse repetidamente a diferentes clientes, sin tener que reponer su inventario, lo que los hace ideales para los creativos, artistas, educadores e independientes que buscan nuevas fuentes de ingresos.